Renovar los ambientes del lugar en el que vivís no tiene por qué implicar una gran inversión. En la decoración low cost los protagonistas son muebles reutilizados, objetos económicos y detalles que marcan la diferencia. A continuación, 10 trucos para que te inspires:

• Plantas. El verde le da vida a cualquier habitación. Podés adornar un rincón con dos o tres plantas juntas, poner macetas chicas en algún estante y hasta armar un jardín vertical en el balcón. Tip: en los viveros siempre hay algunas suculentas o cactus a buen precio.
• Láminas. Comprar una pintura requiere de una gran inversión, pero sumar láminas no. Hay locales especializados y también pueden conseguirse en librerías y papelerías. Si las traés de algún viaje, también van a tener valor sentimental. Enmarcadas quedan divinas.
• Colecciones. Si sos coleccionista, hay algunos objetos que quizás tengas guardados que pueden formar parte de la decoración de tu casa. Cámaras de fotos colgadas en una pared o muñecos tipo Playmobil alineados en un estante son algunos ejemplos que funcionan.
• Un jarrón. Los jarrones de vidrio en la gama de los verdes y los celestes también son útiles para adornar rincones. No hace falta comprar uno nuevo: en la casa de tus abuelos o en las ferias de antigüedades quizás encuentres uno que pueda acondicionarse.
• Una manta. Para renovar el look del sillón o de la cama, nada mejor que una manta. Si te aburrió la monocromía, podés apostar por alguna estampada o de colores brillantes o bien, ahora que empiezan los días fríos, una tejida. Vale comprar o reciclar.

• Almohadones. Otra idea low cost es comprar almohadones nuevos, sea para el living o para el dormitorio. Animate a mezclar estampas o a jugar con una gama de colores.
• Objetos deco. Hay cosas que, con una buena disposición en el espacio, suman mucho estilo. Libros con portadas hermosas, revistas en blanco y negro, cuencos de madera o cerámica y velas aromáticas son buenos ejemplos. Ubicalos en mesas bajas, muebles o estantes.

• Muebles restaurados. Una forma práctica de cambiarle la cara a tus muebles viejos es restaurándolos. A veces alcanza con pintar con otro color una biblioteca chica o una mesa para que toda una habitación se transforme.
• Pintura de pizarra. Es una opción original para aplicar en una pared. Puede funcionar en la cocina, para anotar la lista de las compras, o en la habitación de los chicos, para que se diviertan dibujando.
• Color. Por último, y quizás la opción menos low cost, pintar una sola pared dentro de una habitación de un color llamativo puede aportar una nueva atmósfera.